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CENTRO Y CONTORNO

SOBRE NUESTRA ACTIVIDAD Y NUESTRA PERSONALIDAD

 

Es mucho más sencillo reaccionar ante lo que nos proviene del exterior que actuar por movimientos propios. Tenemos que tener cuidado  cuando clasificamos a una persona en las siguientes formas, diciendo por ejemplo; "es una persona muy activa", o bien "es una persona con una gran personalidad".

Lo primero que debemos preguntarnos es si no nos habremos adelantado en nuestras calificaciones al no sospechar que lo único que hacemos la mayoría de las veces es sencillamente dejarnos llevar por los acontecimientos y dotarnos con ello del protagonismo que nuestro ego nos exige que tengamos. Un caso claro de la primera catalogación lo representan aquellas personas que no saben estar quietas, que continuamente necesitan hacer algo, que continuamente necesitan decir algo, "su actividad" se basa principalmente en hacer ver a los demás que son capaces de hacer ese algo, aunque no sea más que en apariencia.

Nosotros entendemos la actividad de una forma bien distinta, no se trata de una actividad frente a nadie, no es una demostración de nada, nuestra actividad consiste en haber elegido nuestro camino y desarrollarnos a través de él, sin necesidad de testigos ni explicaciones, no consiste en que nos sucedan hechos que nos hagan hacer algo sino en hacer algo para que nos sucedan nuestros hechos.

El segundo caso trata de aquellas personas que se las dan de poseer mucha personalidad, ante esto nos deberíamos preguntar si en el fondo lo único que hacen no es más que dejarse llevar por su carácter, por sus instintos, por sus impulsos. "Su personalidad" consiste en hacer ver a los demás que están dotados de una personalidad, pero ésta en seguida desaparece cuando no están los demás, cuando no hay otros con los que ésta continuamente se pueda alimentar y acrecentar. Nuestra personalidad es bien distinta, no es que esté libre de incertidumbres, de titubeos, de mejoras o de dudas pero sí está  libre de mostrar lo que no es, de dar lo que no tiene,  está libre de falsedad.

Nuestra actividad y nuestra personalidad han de ir acompañadas de la mano, nuestro fin ha de ser el encontrar la fusión entre la una y la otra, debemos preguntarnos si la mayoría de nuestros problemas no son consecuencia de una mala o nula combinación entre ambas, nuestros días deberían ser el fruto de una continua lucha por encontrar y perfeccionar esta unión.

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