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CENTRO Y CONTORNO

POESÍA

APRENDIENDO A QUERER

 

Una vez superadas exaltaciones y ensoñaciones,

calmadas y aprendidas las pasiones de las primeras relaciones,

dejado atrás lo que no fue y guardándolo sin rencores,

gastadas las falsedades y maduradas las voluptuosidades.

 

Una vez asimilada y corregida la falta de experiencia,

encontrada en el día a día la ratificación ya sin ausencias,

de que el querer a alguien es la más definitiva de las pruebas,

al mostrarse ante el otro tal y como uno mismo se conserva,

al comprobar que lo que uno da es lo que al final uno se lleva.

 

Una vez diluidas entre fuentes de sinceridad las diferentes fantasías,

por querer hacer un proyecto real con y de nuestras vidas,

en el que uno sabe ofrecer cuando el otro más lo necesita,

en el que de lo que se trata es de no llenarse de sensaciones vacías,

de crear el propio camino sin dejar de lado las otras expectativas.

 

Una vez ganada y exigida la propia independencia,

respetadas las distancias cuando ésta nos lo sugiera,

abandonada la idea de que sino se comparten todas las vivencias,

acaba por marchitar lo que antes crecía por propia inercia,

más de un destino ha dejado a otro por exceso de absorbencia,

aprender a dejar tiempos muertos para renovar así viejas sorpresas.

 

Una vez recordada la evolución de las diferentes situaciones,

en las que la naturalidad vence a lo forzado sin limitaciones,

en las que uno más uno excede a lo que por separado se pretende,

en las que no hay más obstáculos que juzgar sin mirarse antes la frente,

que reaccionar a la primera devolviéndonos así disparidades ingentes.

 

Una vez rota la costumbre de rodearse siempre de escudos,

de querer tener siempre razón por no traicionar al orgullo,

de ceder al otro las deudas que no zanjamos en nuestro rumbo,

de negar la realidad cuando lo que sucede no es de nuestro gusto,

de ostentar con palabras los que debieran ser nuestros propios asuntos.

 

Una vez aclaradas las ideas en cada uno de estos puntos,

es cuando empieza el inicio del verdadero aprendizaje,

no dejar al azar lo que tenemos que poner de nuestra parte,

sólo hay un secreto y esto es lo que su interior contiene,

para aprender a querer hay que empezar por saber lo que uno quiere.

 

 Alfredo Cuervo Barrero ©

 

 

CENTRO Y CONTORNO

 

Puede que cierto día sienta uno un cosquilleo,

una inquietud, una separación, un remordimiento,

un descuadre entre lo que se tiene adentro,

y lo que el exterior permite que mostremos.

 

Puede que cierto día se piense sólo en recuerdos,

se actúe sin tener en cuenta ya los deseos,

se camine con pies cansados en caminos ajenos,

se mire por mirar todo lo que va sucediendo.

 

Puede que cierto día uno no comprenda ya al silencio,

la soledad se trueque en agobios y en desaciertos,

la voz aturdida hable ya sin ningún nervio,

lo que somos se evapore por reflejarnos en múltiples espejos.

 

Puede que cierto día del instinto ya sólo quede mansos restos,

del orgullo ideales desgarrados por intentar tapar demasiados agujeros,

de la pasión un sueño vago entre noches llenas de desvelos,

de la fuerza simples palabras amoratadas por no parar de protegernos.

 

Puede que cierto día uno no deje ya de compararse,

de igualar esencias distintas y luego comprobar el desgaste,

de forzar las apariencias para ocultar lo que realmente se hace,

de estar sin estar para más tarde autoarrinconarse.

 

Puede que cierto día la parte sucumba al todo,

lo que antes era iniciativa ahora se vuelque en saco roto,

las relaciones se conviertan en excusas para no estar solos,

entre el tú y el yo el segundo sea el que muera poco a poco.

 

Y puede que cierto día uno se canse ya de todo esto,

contemple en la medida justa sus defectos y excesos,

interiorice que “el mal ajeno” es una consecuencia de ellos,

lo que me afecta del otro es el afecto que yo mismo me niego.

 

Y puede que cierto día uno aprenda a controlar sus sentimientos,

elija su estado de ánimo sin depender continuamente de terceros,

seleccione lugares, personas, situaciones, reglas del juego,

y aprenda a gritar sin vacilar: es aquí donde yo me quedo.

 

Y puede que cierto día uno no tema más al miedo,

lo que cuente de algo es el simple hecho de conseguir hacerlo,

lo que queda al final es la imagen de este último intento,

el contorno se estrecha a medida que uno expande el centro.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

ALTER EGO

 

En vez de mostrarme el mundo en el que vives,

enséñame sin miedos escénicos el mundo que eres,

de tanto tolerar realidades e ilusiones ajenas,

lo primero te convence mientras lo segundo te exaspera,

tan acostumbrada está tu mirada a ver lo de afuera,

que no sabes mirar sino es porque alguien la fuerza,

tan sigilosas son las acciones con las que te expresas,

que no puedes iniciarlas a no ser que otras te lo sugieran.

 

En vez de encerrarte y esconderte en la sumisión,

muéstrame sin reparos la parte que dices ser yo,

sino desenvuelves tu capacidad en la realidad diaria,

de nada sirven tus intenciones ahora convertidas en artimañas,

sino materializas lo que a solas tanto ensalzas,

la decepción gana paso a la ilusión que antes te acrecentaba.

 

Si eres la parte que siempre quiere seguir para adelante,

que ve en los retos la ocasión para poder mejorarse,

no te acomodes en repetir lo que antes era inimaginable,

el camino que labras si a la larga no lo expandes,

puede ser después la cadena a la que fervorosamente te ates.

 

Si tienes calentando entre tus manos cualquier bondad,

cuídate mucho de no dejarla perturbar regalándola,

más de una se ha perdido entre excesos de solidaridad,

la predisposición que tienes a dar lo que aún ha de madurar,

motiva que esperes algo que no tendrías ni que desear.

 

Y si crees en un pensamiento, y más aún, en tu ideal,

no lo insultes abandonándolo ante cualquier eventualidad,

si la opinión y la acción de otros a las tuyas se superponen,

sólo te diluyes entre falsos espejismos y suposiciones,

flaco favor te haces sino te das lo que sólo tú tienes.

 

Por eso, en vez de reprimirte esperando lo que tiene que llegar,

regálame de vez en cuando un poco de espontaneidad,

la parsimonia y la pereza es lo único que has de superar,

si aún no oyes tu voz y tus recuerdos no fueron lo que son,

déjame aconsejarte aunque no creas que yo sea la solución,

tal vez así te consiga sacar lo que guardas en un rincón,

tal vez así te haga decir lo que tanto insistes en silenciar,

tal vez así algún día te deje de gritar: ¡despierta ya!

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

EL ÚLTIMO ADIÓS

 

Hay una despedida que siempre llega tardía,

aquella que no se da por el shock de la repentina partida,

aquella que hasta que no pasa el tiempo y la resignación,

el cuerpo y la mente no la asimilan.

 

Hay una despedida que uno no se atreve a lanzar,

que se lleva consigo lo más vulnerable,

que deja un rastro de ausencia difícil de soportar,

arrebata lo que hasta ahora nadie ha logrado arrebatar:

el apoyo materno y su afecto inquebrantable.

 

Hay una despedida llorada entre cristales,

apoyada entre hombros y en contactos familiares,

escondida entre gritos recriminando a un inexistente culpable,

esperando entre flores que colorean a la blanca carne,

a todos aquellos que hemos aprendido de golpe,

que su llegada tarde o temprano es lo único inevitable.

 

Es la impotencia llevada a su más cruel extremo,

es el vacío cargado de desolación y desaliento,  

es el camino no buscado ahora empeñado en encontrarte,

es el último adiós dirigido ya a ninguna parte.

 

Es una imagen grabada para siempre,

tras pasar de nuevo pálpitos y convulsiones,

aquella que un día te vio nacer de su vientre,

ahora cierra los ojos tras un cuerpo inerte,

tras una tela que tapa lo que no quieres creerte.

 

Porque es una despedida que nunca debiera ser dicha,

atragantada de furia y rabia comprimidas,

tartamudeada entre restos de humo y cenizas,

recordada a la larga como la más profunda herida,

aquella que ningún aliciente cura ni cicatriza.

 

Porque es un alto en el trayecto que cierra un ciclo,

la asiduidad se rompe de un choque y sin aviso,

nuevas fuerzas florecen despertando a lo dormido,

los finales definitivos dotan a uno de nuevos principios,

en ellos plasmas su educación y su espíritu,

en ellos se forja tu futuro firme y genuino,

en ellos honras al recuerdo de quien más te quiso.

 

 Alfredo Cuervo Barrero ©

 

 

OH NO, SOLEDAD NO POR FAVOR.

Me encuentro agobiado por el hecho de estar solo,
el aburrimiento contagioso se apodera de mi,
en mi mente las imágenes no me paran de aturdir,
no puedo estar quieto, en calma, tranquilo,
la oscuridad me refleja lo que me niego a mi mismo.
Intento alejar cualquier concepto negativo,
olvidar los malos ratos y los chillidos,
a todo aquello que me hace sufrir sin motivo.

¿Pero quién dice que tengo que alejar y olvidar?,
cómo voy a comprender lo que me está ocurriendo,
si no me enfrento a los sentimientos que hacen sentirme mal,
si los distorsiono para no verlos como son en realidad,
no tienen más dolor que el que yo sufro por tenerles miedo,
por no saber escucharme y aprender de ello a tiempo.

¿Qué hago cuando me encuentro sin nadie?,
cuando el día no me depara más actividad,
que el placer de volver a encontrarme,
buscar rápidamente algo que me distraiga,
algo que me haga esquivar,
el cara a cara con las cosas que me ocurren,
con los momentos que evito que me dañen.

¿Te asusta la soledad?, no ves que eres tú mismo,
que no hay forma de vencerla porque no es tu enemigo,
cómo puedo negar lo que me hace ser mejor,
cómo me puede doler tanto el estar a solas conmigo,
creo cada vez más que es cuestión de egoísmo.

Dónde se encuentran esos recuerdos,
que merecen la pena ser recordados,
para qué vivo si luego no los uso,
si no acudo a ellos cuando los necesito.
Me pregunto que porqué estoy mal,
¿qué hago pensando en la gente que no tengo?,
¿qué hago imaginando cosas que no han ocurrido?,
¿qué hago teniendo miedos que no he sufrido?,
porqué no selecciono lo que me hace estar bien,
lo fácil es dejarse llevar por los lamentos,
creyendo que te dominan y que no hay forma de extinguirlos,
soy un desagradecido por no saber valorar lo vivido.

Oh no, soledad no por favor,
te temo porque no sé aprovecharte,
porque me muestras lo débil que soy,
cuando no tengo nada en lo que reflejarme.
Te evito porque tu presencia me hace mal,
aún no he aprendido a percibirme,
a dejar de una vez por todas de martirizarme.

Te ignoro porque desconozco tu utilidad,
hasta hoy te he estado usando al revés,
no eres la causa de mi tristeza,
eres la razón de mi lucha,
por empezar a crear una vida nueva.

Alfredo Cuervo Barrero ©

EL INICIO II

 

Sólo se trata de ser  partícipe de lo vivido,

resguardarse de lo ajeno y realizar lo prometido,

haber madurado y haber crecido con lo dicho,

entre la marabunta y trajines del día a día,

obligaciones, urgencias y demás premisas,

haber encontrado un resquicio de autonomía.

Tener presente el cuidado y la fragilidad del pasado,

sabiendo esperar y actuar cuando sea necesario,

haberse convertido en un movimiento originario,

lleno de luz, fuerza y momentos álgidos.

 

Entregar lo adquirido tras una corriente discontinua,

de períodos remansos y etapas productivas,

exigiendo a mi mente no caer en la azarosa apatía,

aquella que suplanta la creatividad e inventiva,

la que multiplica la más contagiosa de las monotonías.

 

Desgarrar las entrañas de las virtudes y los vicios,

reconociendo como propio lo que en otros he visto,

ojos ávidos en captar caracteres y fundamentos,

que no se confundan, lo que ven es lo que ya llevan dentro.

Y entretener instruyendo amenizando lo complicado,

dotar de forma a lo que en un principio resulta extraño,

comprender reacciones y humanizar lo canonizado,

servir de bálsamo para quien hace de su camino algo pesado.

Y entrelazar todo esto con intrigas y expectativas,

crear inicios allí donde sólo debieran quedar fatigas,

trasladar lo inamovible y fijar alternativas,

convertir el nunca en una realidad más que ficticia.

 

Porque tan sólo se trata de no confundir a mi presencia,

asegurar las conductas y blindar mis defensas,

elegir un lugar de recogida al final de cada jornada,

reflejar en mi gente el fruto de la práctica cosechada.

 

Alternar el regazo público con la exigencia privada,

de no quedarme a esperar siempre recompensas regaladas,

de guardar como un tesoro lo que dejo tras mi espalda,

de comenzar siempre de nuevo tras el final de cada etapa.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

EXTREMOS

 

Es entonces cuando estalla la ira,

dientes apretados y mirada roja fija,

la última gota que derrama la continencia,

la mente despierta se vuelve asesina,

todo cansa, todo molesta, todo lastima.

El cúmulo de hechos desborda tu equidad,

la avalancha arrasa culpables e inocentes,

tus reacciones, sin dominio, saltan automáticamente,

pagando como siempre justos por pecadores,

respuestas innecesarias en lapsus ardientes,

momentos decisivos perdidos por la prepotencia,

la falta de seguridad y la ausencia de experiencia,

dos aliados que juntos a este fuego alimentan.

 

Y es entonces cuando el deseo latente te excita,

músculos tensos y reacción rápida lista,

mujeres como objetos y cuerpos en el punto de mira,

las vidas privadas desaparecen en el mismo instante,

en el que no hay más que un fin y un mensaje:

lo que yo quiero de ti es lo que tú no quieres darme.

Una casualidad inicia el eterno combate,

entre inclinaciones ardientes y movimientos suaves,

entre rodeos fútiles para un fin más que palpable,

dentro de mi hay un yo que quiere ser salvaje,

lo único que le sacia es una variedad manejable,

cuando aparece ya no hay más que un camino,

al que pronto abandona cuando sus deseos han concluido.

 

Es entonces cuando la vida se convierte en un torbellino,

idas y vaivenes sin tener un rumbo fijo,

la noria de las emociones sobrecargada de tensiones,

furias y miedos enfrentados al estar reprimidos,

desórdenes encadenados que deforman más los apetitos,

voluntades y confianzas tiranizadas por sus caprichos,

¿la consecuencia de la cólera y de la excitación sin dominio?,

saciarse mutuamente a cambio de tu equilibrio,

dos extremos para un mismo sentido,

sino eres tú quien las pone en su sitio,

serán ellas quienes decidan tus motivos.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

RETAZOS DE ADOLESCENCIA

 

TODOS

Todos tienen una historia que contar,

todos quieren seguir para adelante,

sin mirar en la cuenta atrás,

algunos sueñan con sus sueños,

otros intentan hacerlos realidad,

otros temen despertar,

y ver que no tienen a nadie a quien amar,

otros dicen qué pasa,

que con la gente ya no soy natural,

les hablo, me hablan,

pero en su mundo parezco no estar.

Y entre tanto, la tristeza,

con su manto me vuelve a acariciar,

tus ojos tristes son dos bolas de cristal,

en ellos veo reflejados a mi soledad,

nunca esperes que te diga la verdad,

si la mentira se ha hecho hermana de tu debilidad.

Todos tienen cuentas pendientes,

con un destino del que se arrepienten,

todos tienen ganas de llorar,

cuando dicen no vuelvo nunca más,

pero mientras tanto,

sólo querían pasar un buen rato,

con sus besos, con su risa, con su pelo,

y cuando les necesitan dicen:

niña, apáñate, que es tu vida,

todos creen tener la verdad,

su mundo es suyo y de nadie más,

y cuando salen de él dicen:

me he perdido, ¿alguien me quiere ayudar?.

Y es que todos somos iguales,

con nuestros problemas, nuestras quejas,

nuestras diferentes realidades,

sin darnos cuenta de que sin los demás,

nunca lograremos ser reales.

 

LLAMA A ESTE AMIGO

Cuando tu silencio te invada,

y las lágrimas acaricien tu cara,

cuando no sepas lo que sientes,

y escuches que tu corazón te miente,

cuando mires a las estrellas,

y no veas la belleza que reflejan,

llámame, llama a este amigo,

porque yo siempre estaré contigo.

Y cuando la soledad te chille,

y la razón no te deje ni que imagines,

cuando veas que todo te va mal,

que no mereces lo que la vida te da,

cuando necesites un respiro,

llama a este amigo que siempre estará contigo.

Y cuando no sepas lo que ha pasado,

llámame porque yo siempre estaré a tu lado.

Cuando el tiempo te atrape,

y veas que el destino deja de abrazarte,

cuando la realidad se convierta en ilusión,

y los sueños intenten darte un lección,

ya sabes a quien recurrir,

ya sabes quien intentará siempre hacerte reír.

Porque tu me estás dando lo mejor de tu vida,

y transmites un sentido a la mía,

porque un día hiciste todo esto por mí,

ya sabes a quien recurrir,

ya sabes quien intentará siempre hacerte feliz.

 

CONTIGO Y SIN TI

Puedo estar bien contigo sin perderme,

sin dejarte, sin conocerte,

puedo echar de menos tus ojos,

sin hacer que los míos lloren por no verte,

puedes aparecer en mis sueños,

entrar y salir de ellos,

pero cuando despierto,

puedo diferenciar mis deseos de mis inventos.

Puedo ver tu sonrisa en mi espejo,

puedo oír tu voz en el viento,

puedo sentir cosas que aún no entiendo,

que me hacen querer estar contigo,

en cualquier momento,

pero intento no dejar que todo esto,

se vuelva un misterio,

no dejo que mi corazón,

se divierta con sus juegos.

Y es que puedo estar contigo y sin ti,

algunos dicen que eso no es amor,

y yo te digo que es así como se puede ser feliz.

¿Hemos nacido para querernos?,

pues dejemos que pase el tiempo,

conozcámonos, vivamos,

y confiemos el uno del otro,

pero no nos hagamos daño por amarnos,

no eres mi esclava, no soy tu esclavo.

Muéstrame tu lado bueno,

pero también tu lado malo,

muéstrame tus verdades,

pero también tus mentiras,

puedo dejar que vivas tu vida,

que te diviertas con tus amigas.

No te endioso ni te odio,

no te premio ni te castigo,

sólo intento ser tu amigo,

sólo intento hacerte reír,

sólo intento estar contigo y sin ti.

 

DÍAS MEJORES.

Ya sé que ahora no estás bien,

que no eres tú y no sabes porqué,

que los días pasan, las noches no,

que tus ojos ya no ven la realidad,

que ya no quieres hablar.

que ya no quieres llorar más,

que ya estás cansada de los porqués.

de los no sé y de los de ya se te pasará.

Qué fácil es la teoría ¿verdad?,

qué fácil sería pensar en lo bueno,

para no volverte a sentirte mal,

qué fácil sería decir basta,

basta a los remordimientos,

basta a más noches con malos sueños,

basta a tu soledad,

porque lo que no quieres es sufrir más.

porque esperas a que llegue ese día mejor,

que te haga ver por fin la claridad.

Pero es que ese día,

lo creas o no, llegará,

llegará ese momento en el que digas,

ya no me siento mal,

veo el camino y quiero caminar,

no me importan las opiniones de los demás,

me importo yo,

y me importan las personas a las que quiero amar,

llegará ese día en el que quieras ser mejor,

en el que tus sueños se cumplirán,

en el que no sientas más odio ni rencor,

porque descubres que la vida está para disfrutarla,

que pasa muy deprisa, que hay que cuidarla.

Llegará ese día en el que quieras al mundo,

y el mundo te quiera a ti,

en el que digas que merece la pena vivir,

en el que digas, hoy me siento feliz.

 

HAY QUE APRENDER

Hay que aprender a ser transparentes,

a que tus palabras se lean en tus ojos,

a que tu sonrisa sea el preludio de una acción,

a que todo tu cuerpo refleje eso que llamas Yo.

Hay que aprender a no esconder el interior,

a no tener miedo de este profundo océano,

a no tener miedo de sus claras profundidades,

a bajar siempre hasta encontrar nuestras verdades.

Hay que aprender a apreciar los suspiros,

a guardar nuestras lágrimas, nuestros latidos,

a respirar hondo el aire de la vida,

a no dejar que el último soplido se escape sin vivirla.

Hay que aprender a ser niños,

a apreciar cada día con una nueva emoción,

a recuperar esa capacidad de sorpresa,

a envolvernos con ternura e inocencia.

Hay que aprender a sentir,

a comprender este huracán se sentimientos,

a juzgar todo este embrollo de remordimientos,

a expresar con holgura todo lo que te hace vivir.

Hay que aprender a escapar del tiempo,

a no preocuparse demasiado por el mañana,

a comprender que lo que pasa, pasa,

a verlo como un rayo de luz que poco a poco se apaga.

Hay que aprender a querer a tus recuerdos,

a no olvidar tu vida, tus sueños,

a revivirlos cuando todo comienza de nuevo.

Hay que aprender a vivir sin miedos,

a ver cada final como un nuevo comienzo,

a superar todo lo que nos hacer ser menos,

a desafiar con ganas cada nuevo reto.

 

LA VIDA ES ASÍ

*

Algunos días una pequeña luz,

aparece por mi ventana,

me deslumbra su brillo,

adoro su calma,

la miro fijo, inmóvil,

su belleza se me clava en el alma.

*

Porqué cuando más intento olvidarte,

cuando menos caso quiero hacerte,

cuando intento pensar en todo,

menos en tu cara sonriente.

Porqué cuando las noches se me hacen eternas,

y el corazón no para de atacarme,

cuando te veo a mi lado,

aquí, en mis sueños, en mi pasado.

Porqué cuando menos quiero tenerte,

más te deseo, más dolor me causa tu ausencia.

cuando menos quiero añorarte,

más te echo en falta y el frío me estremece,

cuando no quiero quererte,

la cabeza se me nubla,

y todas mis ideas desaparecen.

Porqué estoy pensado en ti,

si sé que no puedo conquistarte.

*

Muchas veces me pregunto para qué,

para qué sirve todo esto,

para qué intento estar bien con las personas,

si ayer fui un buen chico,

y ahora no soy más que un simple idiota.

Para qué pretendo amar,

si ayer me decías te quiero,

y hoy no me quieres hablar.

Para qué intento ser yo,

si ayer me animaba,

y hoy tengo media depresión.

Para qué intento hacer reír,

si ayer era un chico muy majo,

y hoy no soy más que un payaso.

Para qué intento comprender

si ayer la vida cuadraba,

y hoy no es más que un puzzle sin resolver.

Para qué pretendo ser mejor,

si ayer ganaba,

y hoy no soy más que un perdedor.

La vida es eso, ni todo ni nada,

hoy es hoy y mañana es mañana,

es increíble poder ver,

como cambian las cosas,

como nunca podrán ir bien, bien,

como hoy es todo perfecto,

y como mañana empieza todo de nuevo.

*

Aún recuerdo esa noche,

la noche que dividió mi día,

que dejó atrás mis sombras,

que me enseñó sus secretos.

aún recuerdo ese suspiro,

y esa risa, y vi mi vida,

lo que había hecho,

lo que era y lo que quería ser.

Y empecé a andar,

y vi el camino,

no me importaba tropezar,

me levantaba y volvía a caminar.

sólo quería seguir y seguir,

ir para adelante sin miedo a sufrir,

veía que podía con todo,

que comprendía el verbo vivir,

hoy sigo cada día más,

recorriendo este pequeño camino,

del  que no me detendré jamás.

*

Ya estaba cansado de la vida,

se miró al espejo, subió a la azotea,

miró al cielo, puso un pie en la cornisa,

miró a la ciudad, puso el otro con riña,

abrió lo brazos, respiró hondo,

no había tiempo, no había lugar,

no había gente, no había ruido,

no había dolor, no había miedo.

Se dejó caer, respiró hondo,

no había luz, no había ansiedad,

no había prisa, no había meta,

cerró los ojos, sentía el viento,

abrió los ojos, quedaba poco.

Ya.

*

Hay un sentimiento que te eleva por encima de todos,

que te recuerda en cada instante que eres importante,

que te hace sentirte necesitado por alguien.

Hay un sentimiento que te recuerda momentos inolvidables,

que te hace ver cada día como un paso adelante,

que poco a poco te acerca más a tus semejantes.

Hay un sentimiento que no te exige nada,

que te da la mano cuando tú le das la espalda,

que te hace ver que quieras o no las cosas pasan.

*

Hay una persona que siempre será especial para ti,

que ahí está cuando crees que no eres feliz,

que su recuerdo te llena de ganas de vivir.

Hay una persona con la que has compartido tu vida,

con la que has vivido momentos de película,

con la que todo es distinto, con la que todo repetirías.

Hay una persona que no tiene miedo a mostrarte su corazón,

a decirte lo que piensa, a compartir también  su emoción,

su vida, su dolor, sus recuerdos, su ilusión.

 Hay una persona que te recuerda lo que eres,

que te refleja todo lo que sientes,

que te dice sin decirte nada que te quiere.

*

Sólo os puedo dar las gracias,

gracias por haberme educado así,

por darme el cariño que me habéis dado,

por estar siempre, pase lo que pase, a mi lado.

Sólo os puedo dar las gracias,

gracias por darme todo lo que os pedí,

por darme ánimo, por hacerme feliz,

gracias por mi infancia,

llena de viajes, de sonrisas

de besos, de abrazos, de sorpresas,

de bonitos recuerdos que inundan mi cabeza.

Sólo os puedo dar las gracias por lo que sois,

diferentes como todo el mundo,

con los eternos problemas del matrimonio,

es normal que a veces os hagáis daño,

pero sabéis que juntos nos dais lo que necesitamos.

Gracias por confiar en mí,

por perdonar mis errores, por enseñarme a seguir,

por ser un padres que quieren a sus hijos,

por darme tanto amor, por ser mis amigos.

Gracias por darme la vida,

por enseñarme a luchar y no rendirme,

por hacer que sea más fácil vivirla,

por teneros cuando menos me lo merecía.

Gracias por ser especiales para mí,

por ayudarme cuando no sabía por donde salir,

por querer escucharme cuando lo necesitaba,

por regalarme tanta confianza con vuestras palabras.

*

Pobre escritura inesperada,

Oscuro lado del pensamiento,

Esperanza crecida con el infinito,

Sueño maldecido por la razón,

Íntima amiga, llena de sequía,

Así es la eterna poesía.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

DE UN NIÑO AL MUNDO

 

Creciendo poco a poco os aprehendo,

es ahora cuando se forma casi todo mi ser,

cuando mi visión de las cosas empieza a posicionarse,

cuando el camino que durante tanto tiempo os habéis labrado,

se junta con el mío para guiarlo, enderezarlo y así acompañarme. 

 

Creciendo poco a poco os observo,

vuestras maneras, vuestros gestos, vuestras actitudes,

son mis constantes en estos primeros años,

ya no podéis vivir solo con vuestro egoísmo,

la obligación y la aventura de crear una nueva vida,

hace que la vuestra se expanda, madure y despierte,

mudando con ello la percepción de vosotros mismos para siempre.

 

Creciendo poco a poco os pregunto,

¿ya sabréis ahora el método para educarme?,

¿para mostrarme de una forma sincera vuestra experiencia?,

¿para ser conscientes del peso que tienen vuestras respuestas?,

¿para superar los problemas que por naturaleza se me plantean?,

¿para hacer realidad la tarea pendiente que os espera?

 

¿Ya habéis ordenado vuestra existencia para no desordenar a la mía?,

¿para dotarla de un significado y de un sentido?,

¿para no dejarla que vague sin rumbo por vuestro destino?,

¿para  que llegue el día que formado pueda yo hacer el mío?

Porque creciendo poco a poco yo os lo facilito,

dadme un mundo en el que pueda crecer en libertad,

aportadme cariño, ayuda, sin que yo os lo pida,

no me regañéis, no me peguéis, no me reprimáis,

enseñadme a superar todo eso por lo que os alteráis.                                      

 

Haced de mí alguien que viva, independiente,

que se conozca, que sepa dar lo que tiene,

enseñadme a quererme, a reconocer mis errores,

a enfrentarme a las circunstancias que hacen perderme,

haced de mí un ser de auténticos valores,

de los que se forjan su propio porvenir y su propia suerte.

 

Dadme un mundo en el que no se tema a la soledad,

que lo que prime sea lo que se está a punto de dejar atrás,

donde uno sepa diferenciar lo caduco de lo que no se acaba jamás,

donde acabéis definiendo a lo nuestro como la auténtica complicidad.

 

Ya que creciendo poco a poco os recuerdo,

que en vosotros voy a depositar mis inicios,

que vosotros y yo vamos a ser durante un tiempo los mismos,

que no soy un recipiente donde os despojéis de vuestros lances,

que es hora de que por fin me deis una buena base,

¿ya seréis capaces?

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

AQUÍ Y AHORA

De nuevo aparezco escapándome del presente,

estando sin estar en todos los hechos que me suceden,

mi cuerpo y mi mente no se corresponden,

se queda el uno y la otra va donde quiere,

siempre en otro sitio, en otro momento,

ese es el ruido que habita en mi pensamiento.

 

Conglomerados de espesos hilos del pasado,

aturden el nuevo nudo en forma de cansancio,

imágenes secretas y acciones esparcidas,

intentan renacer estando más muertas que vivas,

extravíos y ensoñaciones empañan cada paso dado,

el laberinto del ayer me devuelve lo malos hábitos,

impidiéndome avanzar y dejar atrás lo atrasado,

las dudas, los fracasos, las decepciones,

todos ellos lastres unidos por el mismo cabo,

el instante se desvanece sin apenas haberlo degustado,

deseando después que vuelva cuan tardío letargo,

repitiéndose de nuevo el ciclo de la eterna añoranza,

las vivencias que vienen cada vez más rápidas se pasan,

sino las interiorizo cuando me de cuenta ya no quedará nada.

 

Por eso tengo que aprender a vivir en el aquí

y a quedarme solamente en el ahora,

a sentir lo que siento sin sentir otra cosa,

a ser uno con lo que me está aconteciendo,

a no dejar que el instante se evapore sin captarlo dentro.

 

Por eso tengo que aprender a  vivir no sólo de recuerdos,

a dejar pasar  lo de antaño para reconocer a lo nuevo,

a abrir mis ojos a lo que mi vida me pone por delante,

a responder de una vez por todas a mi eterna interrogante.

 

¿Cómo  puede uno escapar de este continuo círculo,

el cual hace que mis días sean una corriente de rutinas,

repitiéndose los hechos en mayor medida,

y debilitando mi capacidad para encontrar nuevas salidas?.

 

¿Cómo puede uno expandir el camino que comienza,

absorbiendo como nuevas todas las experiencias,

si llega un punto en el que lo que importa no retorna,

y mis únicas cadenas son las sombras a las que yo doy forma?

 

Cerrando los ojos no estaba muy lejana la solución,

si sé que mis pasos me arrastran y mis ilusiones me llevan,

si sé que mis fuerzas se juntan y mi voluntad no me deja,

si sé que no hay más camino que el que yo me imagino,

entonces, deseo, agradezco y aprovecho este destino.

Si sé que en cada segundo soy yo el que se forma,

que la marea de la vida al final es quien me guía,

que mi mejor recorrido es el contrario al de la mayoría,

entonces no me importará saber a donde voy,

no me importarán los seres estridentes de sonidos,

ni las falsas fachadas que te prometen el mejor abrigo,

porque sé que siempre tendré a mi mejor compañía,

porque daré todo lo que tengo en el día de hoy,

y me repetiré y repetiré hasta que se me perfore mi voz ,

¡quiero ser quien soy y quiero estar en donde estoy!.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

 

DOS DESAHOGOS

                      1

¿ Pero quién te crees que eres?,

día tras día tengo que soportarte,

aguantando tus historias e invenciones,

viendo como en tu falsa hipocresía te escondes,

alardeando de lo que te pasa, de tus experiencias,

de tu vida maravillosa, de lo que presupones.

 

Te miro a los ojos y me das pena,

porque veo en ellos el dolor que tanto te atormenta,

hablas y hablas y aún así no te consuelas,

¿ crees que lo que vives es único y esplendoroso?,

¿ que sólo te ocurre a ti lo bueno, lo hermoso?,

haces de situaciones absolutamente normales,

casos fantásticos y recuerdos ideales.

¿ Crees acaso que los demás nunca hemos amado?,

¿ que nunca nos han hecho algún daño?,

¿ que no sabemos lo que es sufrir y haber llorado?,

¿ crees acaso que no sabemos lo que es ser feliz,

tener cientos de recuerdos y volverlos a sentir?

 

Tú me hablas continuamente de tu vida,

de lo que ayer te pasó o de lo que te ha dejado de ocurrir,

cosas banales, hablas y hablas sin fin,

como si intentaras convencerte de que eso sólo te ocurre a ti.

Y qué es lo que me cuentas, problemas, peleas,

personas que te agobian, que te oprimen, que te dejan.

Día tras día me encuentro con la misma situación,

¿ crees acaso que tienes que dar alguna explicación?,

¿ que tienes que contar todo lo que te ocurre?,

¿ es que no puedes hablar de algo que no seas tú?,

piensas que si no estás en la mente de todos,

¿tu vida va a perder ese punto de altitud?

 

Y que dirías si te dijera que eres un esclavo,

de tus palabras, de tus miedos, de tu ignorancia,

utilizas a los demás para tapar tu desgracias,

desahogándote para no enfrentarte por ti mismo,

a los terribles sucesos que te machacan.

¿ Sabes?, te das demasiada importancia,

los demás no hemos nacido para escucharte,

tus palabras huecas nunca dicen nada interesante,

si vas a hablar siempre de lo mismo,

lo mejor que puedes hacer es que aprendas a callarte.

 

 

 

                         2

¿ Necesitas que todo el mundo te mire?,

¿ que allá donde vayas se note tu presencia?,

¿ que de tu estancia se percate,

hasta el que no sabía de tu existencia?,

intentas causar siempre buena impresión,

no se deben ir sin haberte prestado atención,

no te debes marchar con la sensación de indiferencia,

de no haber calado con tu imagen externa.

 

¿ Necesitas sentirte seguro por fuera?,

tu cuerpo es lo más importante que tienes,

lo cuidas tanto como así lo quieres,                                                   

es el muro que todos los golpes detiene,

es el arma con que a todos conquistas,

es el refugio en el que te adentras a escondidas,

es el medio por el que te proteges,

de la inseguridad que dentro de ti te vigila,

lo deleitas, lo contemplas, lo admiras.

Los espejos son tus mejores amigos,

no te replican más que lo que tú te replicas,

dependes diariamente tanto de ellos,

como de alguien que constantemente,

te alaba, te recompensa, te felicita.

 

¿ Necesitas siempre sentirte querido?,

¿ tener siempre a alguien cerca?,

alguien a quien puedas anular,

a quien puedas mostrar tus únicas habilidades,

cualquiera de ellas es mejor que la de los demás,

porque todo tú eres de lo más especial,

por eso haces un favor al mostrarte,

al dar tu tiempo, tu inteligencia, tu esencia,

la otra parte es muy afortunada al conocerte,

te cedes para que sepa lo superior que eres.

¿ Y hasta cuándo?, hasta que de ella te canses,

hasta que su forma de ser se convierta en rutina,

hasta que sus halagos dejen de sorprenderte,

entonces te hará falta buscar otra víctima.

 

¿ Y qué dirías si te dijera que eres un esclavo?,

de tu cuerpo, de tus complejos, de tu inferioridad,

utilizas a los demás para tapar tu verdadera personalidad,

tienes tan poco mundo interior que sólo te queda el exterior,

no puedes ver nada que salga más allá de ti,

sobrevives de la única forma que puedes sobrevivir,

encerrándote en tu mundo del que no te puedes evadir,

y odias tanto lo que allí dentro encuentras,

que no te queda más remedio que buscar una salida,

la más sencilla, transformar todo a tu medida,

ahí eres lo mejor que la naturaleza ha creado,

ahí eres el fin que aún nadie ha alcanzado,

ahí eres tu propio verdugo que se está autoengañando.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

QUEDA PROHIBIDO

 

¿ Qué es lo verdaderamente importante?,

busco en mi interior la respuesta,

y me es tan difícil de encontrar.

 

Falsas ideas invaden mi mente,

acostumbrada a enmascarar lo que no entiende,

aturdida en un mundo de falsas ilusiones,

donde la vanidad, el miedo, la riqueza,

la violencia, el odio, la indiferencia,

se convierten en adorados héroes.

 

Me preguntas cómo se puede ser feliz,

cómo entre tanta mentira puede uno convivir,

cada cual es quien se tiene que responder,

aunque para mí, aquí, ahora y para siempre:

queda prohibido llorar sin aprender,

levantarme un día sin saber qué hacer,

tener miedo a mis recuerdos,

sentirme solo alguna vez.

 

Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quiero,

abandonarlo todo por tener miedo,

no convertir en realidad mis sueños.

 

Queda prohibido no demostrarte mi amor,

hacer que pagues mis dudas y mi mal humor,

inventarme cosas que nunca ocurrieron,

recordarte sólo cuando no te tengo.

 

Queda prohibido dejar a mis amigos,

no intentar comprender lo que vivimos,

llamarles sólo cuando les necesito,

no ver que también nosotros somos distintos.

 

Queda prohibido no ser yo ante la gente,

fingir ante las personas que no me importan,

hacerme el gracioso con tal de que me recuerden,

olvidar a toda la gente que me quiere.

 

Queda prohibido no hacer las cosas por mí mismo,

no creer en mi dios y hacer mi destino,

tener miedo a la vida y a sus castigos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

 

Queda prohibido echarte de menos sin alegrarme,

olvidar los momentos que me hicieron quererte,

todo porque nuestros caminos han dejado de abrazarse,

olvidar nuestro pasado y pagarlo con nuestro presente.

 

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la mía,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha,

pensar que con su falta el mundo se termina.

 

Queda prohibido no crear mi historia,

dejar de dar las gracias a mi familia por mi vida,

no tener un momento para la gente que me necesita,

no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita.

Alfredo Cuervo Barrero ®

SÓLO SON PALABRAS

 

¿Por qué nos duelen tanto las palabras?,

dejamos que entren en nosotros,

apenas ya hayan sido escuchadas,

provengan de donde provengan nos afectan,

se clavan en nuestra cabeza como un eco,

que se expande y no para de darnos vueltas,

que murmulla y retumba a sus anchas,

hasta que cansado y victorioso se aleja,

dejando tras de sí los rastros de su presencia,

desmantelando el poco orden ya habituado,

a deshacerse con cada nueva esporádica tormenta.

 

Las cogemos y parece que ya no podemos soltarlas,

sobre todo a las que nos hieren,

a ésas no nos basta con aceptarlas,

tenemos que repetírnoslas hasta que nos sangran,

siempre ajenas e insospechadas,

las que menos piensas son las que más te calan.

 

No hay porqué defenderse contra estas estacas,

la mayoría de las veces se alardea más de su dureza,

que de la profundidad y sentido con la que están hechas,

a través de ellas conocemos a quien las expresa,

sino sabe tratarlas ése es su problema,

insultos, desquites, rabias, ofensas,

nuestros oídos con éstas tienen que estar llenos de cera,

no han de merecer ni la más mínima respuesta.

 

Porque... y si en el fondo no fuesen mas que nada,

impresiones, las escogemos o las ignoramos,

depende de nosotros que sean invitadas bienvenidas,

o huéspedes intrusos que pasean por nuestra morada,

y es que casi siempre parece que acaban por olvidarse,

ya sean promesas irrompibles juradas con el alma,

sueños soñados sedientos de un futuro que no se alcanza,

ilusiones alimentadas llenas de la mejor esperanza,

se quedan en humo si al final la acción no las acompaña,

si todo esto sólo existe tras coartadas de palabras.

 

Por eso prevalecerá un solo abrazo sobre un "te deseo",

una sincera compañía sobre un "qué tal el día",

un compartido silencio sobre historias vacías,

una simple caricia sobre miles de frases repetidas.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

OJOS DE INOCENCIA

¿ Has sentido alguna vez la sonrisa de un niño,

dándote la calma que tanto anhelas,

haciendo que todo tu cuerpo se estremezca,

porque ves en él tu sombra y tu meta?.

 

¿ Quién me iba a decir a estas alturas,

que iba a aprender tanto de ti?.

Que acercándome a tu pequeño gran mundo,

me has hecho recordar lo que en un tiempo atrás viví.

Regreso de nuevo a aquellos días de mi infancia,

días que nunca parecían tener fin,

en los que cada situación era una nueva sorpresa,

días en los que el mundo era un continuo descubrir.

Regreso a aquel cuerpo tan frágil como una pluma,

a aquella mente que poco a poco empezaba a discernir,

intento ponerme en tu lugar y ver como empezamos a vivir.

 

Has llegado a un mundo que todavía no comprendes,

que todo el dolor y toda la tristeza que nos acecha,

aún no han traspasado tu frágil barrera.

Pasan los días y tu formas parte de su enseñanza,

no tienes ningún miedo del mañana,

sólo existe el hoy y lo que en estos momentos te pasa.

Intento sentir lo que constantemente sientes,

intento tener tu risa que derrumba cualquier pena,

tu curiosidad que todo lo desvela,

ese cariño que das sin esperar ninguna recompensa,

intento estar abierto a todo lo que me rodea,

a tener las ganas de hacer todo por mi mismo,

sin tener miedo de lo nuevo, de lo distinto.

 

Viéndote descubro la esencia del ser humano,

tú eres la alegría y las ganas de vivir,

tú eres la sencillez que tanto anhelamos,

tú posees esos ojos de inocencia que pronto olvidamos.

Es hora que aprenda a vivir como tú,

levantándome caída tras caída,

despertándome como si fuera éste el primer día,

descubriendo a las personas que forman mi vida.

 

Es hora que vuelva a ser un poco más niño,

viviendo mi historia sin tantas complicaciones,

sorprendiéndome de las pequeñas cosas que nos suceden,

aprendiendo de todo y de todos,

sin negar absolutamente nada a mi mente.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

DEBE SER DURO

 

Debe ser duro vivir sin amigos,

sin tener a alguien especial,

alguien que te escuche,

alguien con quien compartas tu vida,

tus recuerdos, tu risa.

 

Debe ser duro no recibir cariño,

sentirse solo, desde siempre, desde niño,

haber sufrido cuando no estabas preparado,

gritar de dolor y ver que no tienes a nadie a tu lado,

acostarte pensando que no vales nada,

que no hay salida, que qué mas da que vivas.

 

Debe ser duro perder a alguien querido,

alguien con quien hayas compartido tu corazón,

sentir que ya no está, llorar con tu dolor.

La vida tiene momentos malos,

en los que a  veces juega a sus juegos,

y parece que no le importa que ganemos o perdamos.

A veces es duro seguir para adelante,

enfrentarnos a los días, encontrar un motivo,

por el que decir que lo que tenemos es importante.

A veces nos sentimos solos, sin nadie que nos comprenda,

parece que todo lo que haces es inútil, que no vale la pena.

 

Es duro estar siempre alegre,

contento con la gente, aclarar tus pensamientos,

intentar dar un sentido a todo esto,

intentar encontrar una luz,

dentro de estos profundos silencios.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

 

FALTA DE MEMORIA

¿ Sabes que estás mal por falta de memoria?,

que si te encierras en un pensamiento negativo,

que si das vueltas a las cosas sin ningún sentido,

sólo haces que tu miedo crezca y te pueda.

 

Que si en vez de quejarte de tu triste vida,

de estar con la cabeza baja y escondida,

recordases más veces esas sonrisas,

aquellos momentos en el que la pena no existía,

aquellos lugares que te hacían sentir alegría,

verías como todo cobra una nueva dimensión,

como todo cambia a tu alrededor.

 

Que si en vez de estar mal con una persona,

de odiarla porque ayer te hizo una mala jugada,

o no te ha dado lo que de ella esperabas,

recordaras todo lo que has vivido con ella,

todas las veces que has vuelto a casa con su recuerdo,

las veces que ha hecho que rías de nuevo.

 

¿ Sabes que estás mal por falta de memoria?,

que si en vez de creer que ya no puedes más,

que ya estás harto del sitio en donde estás,

recordaras las veces que te has superado,

las veces en las que creías que no había salida,

en la que creías que todo había terminado,

y luego ves que no, que siempre sigues por tu camino,

que siempre llega mañana con su nuevo recorrido.

 

Olvidamos demasiado deprisa las cosas que nos pasan,

creemos que todo es nuevo, y no nos damos cuenta,

que son las mismas historias cambiadas de sitio.

Tú eliges tus recuerdos, tus sueños,

tú eliges la vida que quieres seguir,

tú eliges con quién la quieres compartir,

tú eliges como quieres pensar y sentir.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

¿ YA SABRÁN LO QUE ERES?

¿ Por qué te veneramos tanto Amor?,

¿ Por qué te idolatramos o te exaltamos

como si fueras un dios?,

Acaso nos llenas de vida,

y eso nos hace sentirnos mejor,

acaso cuando sentimos un poco de tu fuerza,

nos creemos invencibles, inigualables,

acaso creemos que escribiéndote,

podemos comprenderte,

acaso podemos contenerte,

encerrándote en frases célebres.

¿ Y eso no nos alejará más de ti?,

acaso no te deformamos intentando magnificarte,

intentando darte una forma elegante.

En este intento de comprensión,

¿ no estaremos olvidando lo que es el verdadero amor?,

 

Porque... de que sirve acorralarte,

de qué sirve encerrarnos en nosotros mismos para encontrarte,

si luego tenemos miedo a mostrarte,

a guiar nuestras vidas contigo por delante.

No nos damos cuenta de que en el fondo,

aunque te estemos buscando eternamente,

sólo aparecerás en nosotros,

cuando nuestro corazón te llame,

no cuando te deseemos o te echemos de menos.

 

¿ Ya sabrá la gente lo que eres?.

¿ Ya sabrán que eres libertad y no prisión?.

¿ Ya sabrán que eres respeto y no incomprensión?.

¿ Ya sabrán que te tenemos para darte,

y no para robarte de otro corazón?.

¿ Ya sabrán que sentirte,

es ponerse en lugar del otro?.

Que este mundo iría mejor,

si de verdad te comprendiéramos tal y como eres.

Que aunque suframos contigo,

es por ti por lo que nos sentimos vivos.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

¿ Y SI PRUEBAS EN ESTE DÍA ?

Y si pruebas en este día,

a salir a la calle sin mirarte al espejo,

a salir simplemente como te sientes por dentro,

a disfrutar de las maravillas de tu pueblo,

a ir a todos lados con la cabeza alta,

a mirar a los ojos a las personas,

a intentar comprenderlas y que te comprendan.

 

Y si pruebas en este día,

a dar todo el cariño que tienes,

a quererte un poco más que ayer,

a definir tu personalidad,

a no hacer caso de lo que digan los demás,

a gustarte como eres, como estás.

 

Y si pruebas en este día,

a reírte de todo,

de los problemas que te amargan,

de los complejos que te inventas,

de las personas que crees que te atacan,

de los momentos que se te escapan.

 

Y si pruebas en este día,

a luchar por lo que quieres,

a desear sólo lo que te hace ser quien eres,

a dar gracias por la vida que vives,

a ordenar un poco más tu escala de valores,

a escuchar a ese que casi nunca oyes.

 

Y si pruebas en este día,

a vivir cada instante como si fuera único,

a no dejarte llevar por los malos ratos,

a hacer las paces contigo mismo,

a creer un poco más en tu destino,

a ser por fin tu mejor amigo.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

¿ NO ESTÁS CANSADO?

¿ No estás cansado de quejarte?,

¿ de tener siempre dudas en tu mente?,

¿ no estás cansado de no valorarte?,

¿ de no querer a las personas que se lo merecen?.

¿ Te gusta estar a las órdenes de los demás?,

¿ de no pensar por ti mismo?,

¿ de no ser responsable de tu vida?,

¿ no estas cansado de sentir odio?,

¿ de luchar contra un demonio que no existe?,

¿ no estas cansado de escuchar hipocresía?,

¿ de sentirte inferior a la mayoría?.

 

Yo sí, yo sí estoy cansado de fingir,

de tener miedo a morir,

miedo que significa que no he hecho,

todo lo que está en mi.

Quiero vivir, experimentar, soñar,

quiero madurar, comprender, amar.

No hemos venido aquí para sufrir,

para ser esclavos de los demás.

No hemos venido aquí para llorar,

para andar por un valle seco, sin mar.

No hemos venido aquí para irnos sin más,

para olvidar nuestra vida, nuestro caminar.

No hemos venido aquí para tener miedo,

para estar pensando quien me atacará.

 

Estamos por encima de todo, del rencor,

de la incomprensión, del dolor,

de quienes se creen dioses que arrebatan vidas,

de quienes tienen tanto miedo a los demás,

que su única forma de existir,

es causar dolor y maldad.

Estamos por encima de la depresión,

hay que dar tiempo para poder olvidar,

olvidar tu cara diciéndome adiós,

olvidar lo que se puedo hacer,

y nunca más ocurrió,

olvidarnos a veces de nosotros,

y contemplar el mundo que tenemos alrededor,

y ver que podemos dar,

para hacer de él algo mejor.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©

CUANDO LA NOCHE LLEGA

Cuando la noche llega,

¿ no os sentís más libres?,

¿ no os gusta soñar?,

¿ no recordáis lo que habéis vivido ese día?,

¿ no os gusta respirar hondo, cerrar los ojos,

y que aparezca en vuestra cara una pequeña sonrisa?.

 

Cuando la noche llega,

¿ no os olvidáis de los problemas?,

¿ no os asomáis a la ventana,

y miráis hacia arriba, hacia las estrellas?,

¿ no abrazáis la almohada,

pensando en esa persona que os tiene atrapada?,

¿ no os parece que aunque la vida sea complicada,

la noche hace que queréis que llegue mañana?.

 

Porque tiene algo de especial,

algo que nos hace encontrarnos con nosotros mismos,

que nos da protección,

que nos atrapa en su velo oscuro,

que nos devuelve a nuestro mundo.

Porque parece que nos vigila,

que nos hace ver las cosas de otro modo,

desde varias perspectivas,

porque las penas desaparecen un poco,

ya no parecen tanto cuando en la noche las miras,

ya sólo son recuerdos de tu larga vida.

 

Alfredo Cuervo Barrero ©